Originaria de Perpiñán, Élise creció rodeada de los sabores de la cocina catalana. Desde muy pequeña hablaba catalán con fluidez y pasaba los días en las cocinas del hotel-restaurante familiar, regentado por su padre, un apasionado de la restauración. Así pues, era natural que cursara un bachillerato profesional en restauración y marketing en Perpiñán, decidida a hacer carrera en este campo.
A Élise le apasionan todos los aspectos de la restauración: la pastelería, la cocina y el servicio de mesa. Pero es el arte de la mesa lo que más le fascina. Su talento fue rápidamente reconocido cuando ganó el concurso Escoffier, quedando primera del mundo.
Este premio le abrió muchas puertas, sobre todo en París, donde trabajó durante dos años y medio en el Hôtel de Crillon. Sin embargo, Élise decidió ir aún más lejos, a Australia, para perfeccionar su inglés.
De vuelta a Francia, Élise vivió muchas experiencias, pero fue durante una comida en La Table de Yoann Conte cuando se enamoró del ambiente del comedor, de la cocina y de la propia ciudad. Se postuló para ser nuestra Chef de Rang y rápidamente ascendió a ROC Manager.
"Me encanta trabajar en el ROC, es un lugar que está en constante evolución. Confían en mí para que aporte mi toque personal y cree un mundo propio en el ROC. Me encanta hablar con los clientes y fidelizarlos.
Pero Élise tiene otro sueño: convertirse algún día en profesora para ayudar a los jóvenes discapacitados a encontrar su lugar en el sector de la restauración. "Es el aspecto humano lo que me apasiona", concluye.
Élise encarna no sólo la excelencia y la pasión por las artes culinarias, sino también el deseo de transmitir y desarrollar este sector con humanidad y amabilidad.
